miércoles, 14 de septiembre de 2011

psicología del renacimiento

El Renacimiento
El Renacimiento fue un movimiento espiritual de liberación, como si el hombre hubiese superado una etapa difícil, violenta, oscura en muchos aspectos y, de repente, volviera a descubrir el Sol, la luz, los colores y la naturaleza. Fue un movimiento por el cual las artes, la cultura, las ciencias, las letras, la propia vida de los pueblos, sufrió una sacudida en busca de la Belleza y de la Verdad.
Las causas que lo motivaron fueron múltiples, y diversos los factores que determinaron su aparición. Algunos de tipo netamente material, y otros de índole religiosa o filosófica. La riqueza fue la primera de las causas que permitieron una espléndida floración de artistas y de pensadores.

La Creación de Miguel Ángel
Las ciudades, libres de la miseria y de la opresión feudal propia de la Edad Media, encontraron en el comercio una corriente vital que las renovó y encumbró. Las primeras que experimentaron los beneficios del movimiento renacentista fueron las grandes ciudades italianas, nacidas y enriquecidas por las corrientes mercantiles: Florencia, Venecia, Milán y Roma. El dinero corría en abundancia en éstas y otras villas que pronto se convirtieron en lujosísimas urbes, donde se levantaron hermosos palacios, en los que las damas lucían sus encantos y los artistas encontraron los más generosos mecenas de la Historia. Los mercaderes eran poderosos señores y en muchas ocasiones los nobles no desdeñaban el patrocinio de costosas empresas comerciales que rendían grandes beneficios.
    
La Ultima Cena de Leonardo Da Vinci
A fines del siglo XV era posible realizar grandes negocios en la cuenca del Mediterráneo, a pesar de los turcos. Pero el factor más importante que permitió la difusión de la cultura y el pensamiento fue la invención de la imprenta y el perfeccionamiento de la fabricación de papel. Hasta Juan Gutenberg (1397-1468), que era un ciudadano de Maguncia, se imprimían grabados y estampas utilizando la técnica de las incisiones en madera. Pero este sistema sólo se utilizaba para dibujos y algunas inscripciones forzosamente breves. Gutenberg ideó los tipos sueltos, es decir, que cada letra correspondía a un tipo. Desterró la xilografía y se dedicó a buscar un metal que fuese más blando que el hierro y menos que el plomo.


El sacrificio de Isaac (1401-1402) es el bajorrelieve de bronce de Brunelleschi
Tres burgueses de Maguncia le apoyaron y llegaron a arruinarse por secundarle en su invento. Cuando éstos cesaron de ayudarle, Gutenberg se sintió descorazonado, pero logró asociarse a un orfebre llamado Faust y a un clérigo, Schoeffer, que consiguió la mezcla de antimonio, plomo y estaño que permitió fundir los primeros tipos de imprenta. Faust estafó a Gutenberg, y a la muerte de éste Schoeffer explotó la nueva industria. El primer libro impreso en Maguncia en 1450 fue la Biblia de las 42 líneas. Durante el período denominado "incunable", que termina en 1500, la imprenta se extendió por casi toda Europa. Manuzio en Venecia, el año 1489, y Plantin en Amberes, perfeccionaron enormemente el nuevo invento. El papel y la imprenta consiguieron una mayor difusión de la cultura, y como este hecho coincidió con el movimiento reformista, una corriente renovadora recorrió Europa. La autoridad del Papa y la disciplina eclesiástica se habían relajado de forma notable.

La Virgen y el Niño con san Antonio, de Donatello

En muchas ocasiones, Roma no era obedecida ciegamente como lo fuera durante toda la Edad Media, a pesar de los Hohenstaufen. Y en muchos casos tuvo que doblegarse incluso ante los nuevos soberanos absolutistas. No se olvide el saqueo de la Ciudad Eterna por las tropas mercenarias de Carlos I. También influyó en esta renovación la afluencia de sabios bizantinos huidos de Constantinopla cuando ésta fue tomada por los turcos. La ciencia árabe, más profunda y libre que la cristiana del medievo, se difundió por Italia gracias a ellos y preparó la aparición de hombres extraordinariamente revolucionarios en el sentido científico, como había de serlo Galileo Galilei, por ejemplo. A esta serie de razones basta añadir los descubrimientos geográficos, la certeza de la esfericidad de la Tierra y el pasmo que produjo el hallazgo de nuevos mundos, de rutas insospechadas y, por tanto, de razas nuevas o por lo menos de pueblos con otras costumbres y otras civilizaciones.

El bautismo de Cristo es una tabla pintada por Piero della Francesca hacia 1445.
Los trabajadores italianos, los campesinos y todo aquel que en Italia removía un palmo de tierra estaba casi seguro de que su azada tropezaría, tarde o temprano, con un pedazo de mármol labrado y, en caso de buena suerte, con un capitel o una estatua que sería pagada a peso de oro y admirada por algún señor o comerciante, cuando no por un clérigo, o quién sabe si por el mismo Papa, tan amante del arte romano antiguo como todos los italianos, que de repente habían sentido despertar una pasión por todo lo que recordara la Roma de los Césares. Lo clásico se puso de moda. Se volvió a aprender el griego y se perfeccionó el latín que el italiano había relegado a un segundo plano. Estuvo de moda ser culto y por esta razón los artistas de todas clases, desde el poeta lírico hasta el simple orfebre, fueron agasajados y honrados. Así como la Edad Media fue una constante visión de Dios y una interpretación de la vida como renuncia y preparación para la muerte, el Renacimiento fue un amor extremado a la vida terrena, a la belleza y a la Naturaleza. Pero no se crea que esta concepción fuese puramente materialista y excluyera la creencia en Dios. La Fe, la Religión, incluso la vocación sacerdotal, durante el Renacimiento, no fueron incompatibles con los goces del mundo. Así como durante la Edad Media el arte se inspiró siempre en motivos religiosos, casi siempre en la literatura, ahora el arte encontró modelos vivos y reales en los grandes hombres y en el paisaje como aditamento a escenas humanas. El artista, enamorado del hombre, descubrió o redescubrió la belleza del desnudo que había sido severamente prohibido durante los siglos anteriores.

Moisés de Miguel Angel
El Juicio Final o la Creación de Miguel Angel, hubiesen causado una terrible impresión durante el siglo XIII, pero cuando estas maravillosas pinturas fueron contempladas por un Papa renacentista no sólo fueron toleradas a pesar de sus desnudos, sino alabadas y admiradas. Numerosas anécdotas recuerdan la reverencia con que eran tratados los artistas. Carlos I de España, dueño de media Europa, se agachó para recoger un pincel que se le había caído al Ticiano mientras pintaba en su presencia. Miguel Angel tenía siempre mesa y cama puestas en el palacio de los Médicis. La admiración por el genio era total y plena. Así, era frecuente que los artesanos suspendieran todas sus actividades y cesara el trabajo en la ciudad cuando se inauguraba una estatua o el poeta favorito anunciaba que iba a recitar una poesía inédita. Pico de la Mirándola, caballero perfecto, que murió en plena juventud, se enorgullecía de poder echar una moneda al aire en el interior de la catedral y conseguir que fuera a chocar contra su altísima bóveda. El Renacimiento fue un constante torneo de fuerzas, belleza, ingenio, audacia y valor. Las potencias humanas, físicas y espirituales, fueron tensadas al máximo y vibraron con una amplitud desconocida hasta el momento. Las luminarias del Renacimiento alumbraron los siglos XV y XVI, y los posteriores vivieron de su impulso hasta la Revolución Francesa. Incluso ésta y todo el movimiento liberal son hijos del Renacimiento.

 

EL HUMANISMO
Fue la traducción literaria del espíritu del Renacimiento. Su característica más destacada fue un amor, a veces exagerado, por el mundo clásico, griego y latino, que llegaron a idealizar. Las ruinas enterradas y olvidadas durante siglos fueron cuidadosamente removidas para encontrar en ellas esculturas, capiteles, grecas y cualquier rastro de las civilizaciones clásicas que fueron reverenciadas con unción religiosa. Las casas de los nobles, de los clérigos o de los comerciantes ricos, que durante la Edad Media apenas si se habían adornado con algún tapiz o imagen religiosa, se llenaron de bustos, esculturas, ánforas y jarrones griegos y romanos. Las damas leían en su versión original las obras de los poetas antiguos, y junto con el arte resucitó una pasión por el bien decir y por la literatura, que tenía el hombre como tema central. Los precursores del gran movimiento literario humanista fueron tres italianos del siglo XIV, hombres de la Edad Media que se adelantaron al sentir de su tiempo y que deben ser considerados como los precursores del gran movimiento humanístico y renacentista de los siglos XV y XVI: Dante, Petrarca y Bocaccio. Dante Alighieri (1265-1321) nació en Florencia y se dice que a los nueve años de edad se enamoró de una niña llamada Beatriz que murió a los veinticuatro. Dante idealizó de tal modo este amor que la inmortalizó en varias de sus obras, especialmente en La Divina Comedia.
A consecuencia de sus ideas políticas fue desterrado de Florencia y durante el tiempo que permaneció ausente de su patria escribió este poema considerado como el más notable de la literatura italiana. En La Divina Comedia, escrita en tercetos endecasílabos y a lo largo de cien cantos, describe la peregrinación del propio autor acompañado por Virgilio, su poeta favorito, que le lleva a visitar los círculos del Infierno, del Purgatorio y del Cielo, donde encuentra a Beatriz, lugar al cual no le acompaña Virgilio. Se considera el poema más importante desde los que escribiera Homero y dio lugar a un género denominado "alegórico dantesco" en el que el más allá, la muerte y los problemas de la salvación estaban tratados con prioridad. Dante colocó en distintos círculos del otro mundo sucesos y personajes que él había conocido o tratado en su desgraciada vida, pues triste y desgraciada fue la existencia del florentino, aunque después de su muerte fuese ensalzado con la máxima gloria de su patria. Francisco Petrarca (1304-1374) fue un gran poeta lírico que cantó a Laura, una mujer real y que además se cree estaba casada, por lo que el amor del poeta fue puramente platónico. Sus Canciones son de una gran delicadeza. Su amigo Juan Bocaccio (1313-1375) también tuvo una mujer que le inspiró, Fiammetta, pero es poco conocido por su traducción poética y más famoso por El Decamerón, una colección de un centenar de cuentos, algunos muy libres y hasta obscenos, que relatan un grupo de jóvenes refugiados en una quinta cercana a Florencia donde se han reunido para huir del flagelo de la peste. Como son diez, y cada uno explica un cuento diario y están aislados diez días, el conjunto consta de cien novelitas. Estas tres grandes figuras fueron propiamente anteriores al Renacimiento porque murieron en el siglo XIV, pero deben ser estudiados como los primeros humanistas.
EL PENSAMIENTO CIENTÍFICO. Durante los siglos de la Edad Media la Religión había guiado todo movimiento filosófico y científico. La decadencia de la Escolástica, llevada por un verbalismo exagerado, la influencia de pensadores árabes, sobre todo Averroes, y la interpretación naturalista de Aristóteles prepararon el camino de la ciencia renacentista. Durante la Edad Media se habían producido posturas aisladas de libertad de pensamiento de cara a la realidad de la vida, como las sustentadas por Rogerio Bacon y Ramón Llull, incluso dentro del campo de la ortodoxia, pero dado el momento en que vivieron otros pensadores de los siglos XV y XVI. La gran revolución científica del siglo XVII fue preparada por los hombres de ciencia del Renacimiento. Nicolás Copérnico (1473-1543) era un canónigo y médico polaco, cosas que en aquel tiempo eran compatibles. Ideó su teoría heliocéntrica, según la cual todos los planetas giraban alrededor del Sol. Esta teoría, que muchos espíritus juzgaron contraria a las Sagradas Escrituras y calificaron de heterodoxa, pronto se abrió camino. Tres grandes pensadores la apoyaron y confirmaron con sus experiencias: Ticho Brahe, de nacionalidad danesa, que estudió los eclipses, Juan Kepler, que determinó las tres leyes fundamentales de la revolución planetaria, y Galileo Galilei, el más genial de los sabios renacentistas. Galileo (1564-1642) fue el constructor del primer telescopio con el cual estudió los astros. Invitada la Señora de Venecia a contemplar con su instrumento la entrada de los buques en el Gran Canal, quedó maravillada, pero muchos de sus compañeros se negaron a comprobar con sus propios ojos la realidad y prefirieron negarlo. Galileo estudió las leyes del péndulo, inspirado por los movimientos de una lámpara que oscilaba en la catedral de Pisa, descubrió el anillo de Saturno y realizó numerosas investigaciones astronómicas. Ciego, perseguido y moralmente derrotado, tuvo que negar su fe en la teoría copernicana del heliocentrismo a instancias de la Inquisición. Anterior a él vivió Leonardo de Vinci (1452-1519) hombre inquieto, gran artista y también notable científico.
Sus dibujos sobre la posibilidad de conseguir que un hombre volara gracias a unas alas, su idea del tanque, y de numerosas máquinas nos muestran como una creación perfecta del hombre del Renacimiento. Entre los primeros químicos, tiznados aún de alquimistas, se encuentra Paracelso, suizo. Entre los médicos, el gran Vesalio, que fue el primero en practicar la disección y la vivisección, corriendo por esta razón peligro de perder la vida. Los descubrimientos anatómicos de Falopio de Modena y Bartolomé Eustaquio son recordados porque algunos órganos de nuestro cuerpo se conocen con sus nombres (trompas de Eustaquio, de Falopio, etc.). Pero los dos investigadores más geniales en el campo de la Medicina fueron el español Miguel Servet (1511-1593), descubridor de la circulación pulmonar de la sangre, asesinado por el fanatismo de Calvino y el inglés Harvey, que estudió la circulación general del cuerpo humano y las funciones del corazón. Los descubrimientos y exploraciones en América reportaron un progreso extraordinario en el campo de la Geografía y la Historia Natural. No es posible detallar el número de especies nuevas que se conocieron y el avance experimentado por la Cartografía, que pasó de los incompletos y limitados mapas medievales a los casi perfectos portulanos o mapas del Mediterráneo, y a los grandes mapa-mundis que lentamente iban reduciendo las áreas en blanco de los países recién descubiertos. Las observaciones de Galileo, por ejemplo, permitieron perfeccionar los relojes; en Holanda la industria óptica se dedicó a la construcción de gafas, y en Venecia el arte del cristal y el espejo alcanzó gran perfección. La transformación de la vida cotidiana era patente y se experimentaba la sensación de vivir en un mundo renovado.
EL SIGLO DE ORO ITALIANO. A pesar de este nombre los siglos XV y XVI carecieron en Italia de figuras comparables al Dante, pero sí ofrecieron mayor variedad de géneros y una clara influencia oriental y clásica. Ludovico Ariosto (1474-1533) tuvo por mecenas el cardenal Hipólito de Este. Su fama como poeta era tan grande que en cierta ocasión en que cayó prisionero de un grupo de bandidos, al enterarse éstos de que habían capturado al autor de Orlando furioso, no sólo le devolvieron la libertad sino que le colmaron de honores. En esta obra relata las hazañas de Orlando y el sitio de París, atacado por los infieles. Las hazañas de los cruzados para tomar Jerusalén fueron cantadas en un poema heroico titulado La Jerusalén libertada, debida a la inspiración de Torcuato Tasso. Éste era un hombre nervioso y desquiciado, que murió en un manicomio en 1595.
El nombre de Maquiavelo (1469-1527) y el maquiavelismo se han hecho famosos para expresar el refinamiento de un gobernante que prescinde de todo escrúpulo con tal de lograr sus fines. Exactamente quizás no era éste el propósito que inspiró a Nicolás Maquiavelo al escribir El Príncipe, un arte de gobernar que ha servido de modelo a muchísimos políticos, para los cuales todos los medios son laudables si están destinados a conseguir un ideal. ERASMO Y RABELAIS. Erasmo de Rotterdam (1466-1536) fue considerado el hombre más culto de su siglo. De un espíritu agudísimo que lo llevó a utilizar la sátira y la ironía en sus burlas contra los defectos del clero y de la nobleza, fue uno de los causantes indirectos de la Reforma por la protesta constante contra la sociedad de su tiempo. Sin embargo, fue enemigo de Lutero, a quien criticaba por su intolerancia. Escribió Elogio de la locura o Encomio de la sandez, que es una despiadada sátira contra la sociedad de su tiempo. Su influencia llegó a todos los rincones de Europa. En Francia el renacimiento literario tuvo en Francisco Rabelais (1483-1553) uno de sus mejores protagonistas.
Era contemporáneo de Erasmo y recibió protección del rey Francisco I, gran enamorado de las artes y las letras, que había creado el Colegio de Francia. Rabelais era hombre muy agudo y culto, pero satírico implacable y persona de diversas ocupaciones, pues fue poeta, médico, monje y jurisconsulto. Murió siendo párroco de Meudon. Su obra más conocida es la titulada El Gigante Gargantúa y su hijo Pantagruel, ambos grandes comilones y amantes de la buena vida. En esta novela se burla de los defectos corrientes de su época, sin respetar siquiera los temas religiosos. Contemporáneos de Rabelais fueron los hombres de "La Pléyade", entre los cuales estaba el poeta Pedro Ronsard (1525-1585), gran entusiasta de los clásicos. Montaigne (1533-1592) alcanzó celebridad al escribir Los Ensayos, una obra de crítica que contiene altos conceptos filosóficos. En Alemania, el Renacimiento fue más tardío y coincidió con las convulsiones de la Reforma. Un poeta, Hans Sachs, inmortalizado más tarde por Wagner, fue el autor de Los Maestros cantores, obra que se inspiró en los "minnensingers" medievales. Portugal, que se había lanzado a la gran aventura del descubrimiento del camino de las Indias por las rutas del Sur, tuvo también su gran poeta íntimamente ligado a las aventuras que vivió su país. La vida de Luis de Camoens (1524-1580) fue apasionante. Perdió el ojo derecho peleando en Africa, fue a las Indias y naufragó, estuvo preso y, como todos los grandes genios, sufrió calamidades sin cuento hasta su muerte, que le encontró pobre y completamente ignorado. Cuando su buque se hundió, Camoens, a costa de grandes apuros consiguió salvar su gran poema Os Lusiadas, es decir las hazañas de los portugueses en la conquista de la India. Sus principales protagonistas son Vasco de Gama y su protectora, la diosa Venus.
LA POLIFONIA. La denominada "Ars Nova" trajo una gran libertad de formas musicales. Representaba dicho estilo una revolución en la música religiosa, pero fue pronto admitido en gracia a su belleza. El canto a muchas voces y en polifonía, es decir, utilizando distintas líneas melódicas, alcanzó gran esplendor. Solía realizarse sin acompañamiento. Su principal maestro fue Juan Pierluigi de Palestrina (1526- 1594). Su maestría era tanta que a pesar de estar casado fue nombrado cantor de la Capilla Sixtina del Vaticano por decisión personal del papa Julio III, ya que estaba prohibido que los seglares, y más si estaban casados, actuaran como cantores. Años después Palestrina fue designado director de la famosa Capilla, y en tiempo del papa Marcelo III escribió una de sus famosas misas a él dedicadas. Aún no contaba treinta años de edad y a pesar de ello su vida fue azarosa debido a la envidia que muchos clérigos tenían de sus éxitos. Finalmente murió pobre a los 72 años. Sin embargo, el reconocimiento posterior de la Iglesia ha sido notable, pues su cuerpo, por especial concesión, descansa en la basílica de San Pedro de Roma. Casi contemporáneo de Palestrina vivió en España un gran músico: Tomás Luis de Victoria, autor de un oficio de difuntos dedicado a la emperatriz María, hermana de Felipe II, y numerosos motetes y composiciones de tipo religioso. No podía faltar en los palacios renacentistas el cultivo de la música que durante la Edad Media había permanecido en las iglesias o bien como manifestación popular. Aparecen ahora los instrumentos de teclado como el clavicordio, el clave y la espinela que fueron precursores del piano.
La viola y el laúd, así como la vihuela en España, fueron también muy apreciados por sus dulces sonoridades. Hasta el siglo XVII no debía llegar el predominio del violín. De esta época datan las composiciones breves y encomiásticas, denominadas "motete" y "madrigal". También se usó el "canon", o sea una composición que repite una melodía con distintas entradas y tonos.
SHAKESPEARE. Las Islas Británicas vivieron bastante alejadas de la Italia renacentista y su evolución política e histórica fue poco influida por el movimiento italiano. Sin embargo, en el siglo XIV Godofredo Chaucer, que había viajado por Italia como paje de Eduardo III, escribió una obra que imitaba al Decamerón de Bocaccio, Los cuentos de Canterbury. A fines del siglo XVI apareció la figura extraordinaria de Guillermo Shakespeare. Había nacido en Straford en 1564 y murió en la misma ciudad en 1616, el mismo día, según se cree, que falleció Cervantes. El teatro, que en la Edad Media se limitó a representar autos sacramentales, es decir, escenificaciones de vidas o milagros de santos, en la puerta de las catedrales, tuvo en Inglaterra una aparición espléndida y pronta en la obra de Shakespeare.
Muy joven entró como apuntador en una compañía de cómicos que recorrían los pueblos. Fue autor y actor al mismo tiempo y fundó más tarde un teatro llamado "El Globo". Su vida fue triunfal a partir de los primeros éxitos y consiguió fama, honores y riquezas. Sus obras conocidas son treinta y cinco. Algunas son tragedias, como Hamlet, la historia del desgraciado príncipe de Dinamarca, los amores infelices de Romeo y Julieta, los celos de Otelo, la ambición de Macbeth, etc. Enrique IV y Ricardo III son dramas nacionales, históricos. Y, finalmente, son comedias Las alegres comadres de Windsor, El sueño de una noche de verano, La Tempestad, El mercader de Venecia, etc. En algunos casos la ópera y en otros el cine han popularizado hasta nuestros días la obra del gran poeta inglés. El Siglo de Oro español Durante el siglo XVI y parte del XVII España conoció su máximo esplendor y el comienzo de su ruina. Los imperios de Carlos I y Felipe II se habían extendido por todas las partes del orbe.
Sus nombres eran respetados y temidos. Carlos II el Hechizado, el último de los Austrias, era ya un desecho humano. El siglo XVIII amaneció con sombrías perspectivas. España dejó de ser temida y respetada, y a consecuencia de este hecho los seculares enemigos, los que habían de tejer la "leyenda negra" e impedir todo resurgimiento posterior, levantaron la cabeza, especialmente a partir de la batalla de Rocroy al advertir que los tercios españoles podían ser vencidos. Y en los mares, los buques ingleses, franceses y holandeses, por primera vez en muchos años pusieron en fuga a los de España. Este esplendor y exuberancia de poder al cual siguió la decadencia, coincidió con una altísima expresión cultural como no se ha vuelto a dar en España. Todas las ciencias y las artes cobraron un impulso extraordinario. Nombres ilustres en las letras, en el arte y en el pensamiento se reunieron para aportar conceptos y formas originales.
La reunión de estos hombres y su obra ha dado origen a la expresión "Siglo de Oro", aunque el lapso de tiempo que duró este auténtico renacimiento español casi alcanzara los doscientos años. Cuando la decadencia política era manifiesta y las dificultades sociales y económicas graves, aún continuaba en el campo del pensamiento y del arte el movimiento ascensional que no cesó, prácticamente, hasta el siglo XVIII. La influencia que este movimiento tuvo en el resto de Europa fue considerable.
ARQUITECTURA Y ESCULTURA. La catedral de Segovia y la Nueva de Salamanca fueron construidas durante el siglo XV, y a pesar de ello se levantaron según las normas del estilo gótico. Éste fue evolucionando y dio lugar al llamado estilo plateresco, que se caracteriza porque sus formas generales y trazado de arcos y puertas es netamente gótico, pero al que se le han añadido un exceso de adornos y elementos accesorios. Por su semejanza a la labor de los plateros recibió el nombre de plateresco. Las universidades de Salamanca y Alcalá, así como el Ayuntamiento de Sevilla pertenecen a este estilo que es de pura transición. Durante el reinado de Carlos I penetró en España el estilo renacentista. Por esta razón, el césar Carlos mandó construir, según líneas clásicas, el Alcázar de Toledo y el palacio anexo al de la Alhambra de Granada.
La lonja de Zaragoza y la catedral de Málaga, debida ésta a Diego de Siloé, pertenecen al mismo gusto. En cambio, Felipe II, uno de los monarcas más severos y sencillos que ha tenido España, se sintió íntimamente compenetrado con las ideas de Juan de Herrera (1530-1597) y aprobó con ilusión los planos del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Es sabido que el rey Prudente gustaba de contemplar cómo se iba levantando la enorme mole de piedra sentado en un lugar que hoy es conocido con el nombre de "silla de Felipe II". La Plaza Mayor de Madrid, cerrada por grandes soportales y flanqueada por torres que semejan las de El Escorial, fue construida según el más puro estilo herreriano. Cuando el gusto barroco se introdujo en España, pareció que se remozaba el estilo isabelino y plateresco, si bien con mayor profusión de formas curvas y opulentas. Su manifestación más típica fue el estilo "churrigueresco", llamado así por ser debido al arquitecto salmantino José de Churriguera (1650- 1723). Las torres de la catedral de Salamanca son obra suya, y al mismo estilo pertenecen la fachada de la catedral de Santiago, el Pilar de Zaragoza y, ya en el siglo XVIII, la fachada del palacio del marqués de Dos Aguas, y otras.
La escultura de esta época o tiene un carácter exclusivamente religioso o está al servicio de la nobleza, y se manifiesta por medio de sepulcros o en la ornamentación de palacios. Los desnudos y la belleza desenfadada, naturalista y libre de los renacentistas italianos no encontró eco en España. Alonso Berruguete había sido discípulo de Miguel Angel, a pesar de lo cual sus figuras muestran la severidad típica de la época de los Austrias. La imaginería religiosa tuvo sus mejores representantes en Gregorio Hernández, Juan Martínez Montañés y Alonso Cano. Algunas de sus numerosas esculturas policromadas aún se muestran al fervor de los creyentes durante las procesiones de la Semana Santa española. El arte de la orfebrería fue cultivado por Juan de Arfe (1535- 1602), a quien se debe la maravillosa custodia de la catedral de Toledo, conceptuada como la más rica de cuantas existen en el mundo. Otras manifestaciones de tipo artístico entroncadas con la artesanía, como la fabricación de tapices, las cerámicas, etc., tuvieron en esta época protección real y gran fama, incluso fuera de España.
EL PENSAMIENTO. El Siglo de Oro en el campo intelectual fue eminentemente católico. El protestantismo sólo se dio en España en brotes aislados que la Inquisición y el poder real sofocaron con mano dura y gran rapidez. Si Felipe II hubiese tenido un hijo protestante, no hubiese dudado en llevarlo a la hoguera y prender fuego a la pira. Esta intransigencia llevada a veces hasta la saña, evitó a España las cruentas guerras de religión que ensangrentaron otros países, pero contribuyó a aumentar la posición de intolerancia que, a la larga, la mantuvo alejada de Europa. Por esta razón la filosofía española no fue casi nunca heterodoxa, y aunque se apartó algo del puro escolasticismo fue tomista en esencia. La Filosofía íntimamente unida a la Religión dio, en el Concilio de Trento, nombres famosos como Melchor Cano y Francisco de Soto, domínicos, y Diego Laínez, jesuita. Más avanzado en sus concepciones y más influido por corrientes renacentistas fue Francisco de Vitoria, también domínico. Comparable a él fue el jesuita Francisco Suárez, llamado en su época "Doctor Eximius". Anterior a todos ellos, y claramente influido por el pensamiento de Erasmo de Rotterdam, vivió el valenciano Luis Vives (1492-1540) que viajó mucho por Europa y fue profesor en las universidades de Lovaina y Oxford, residió largo tiempo en Brujas e intervino en el pleito de separación entre Catalina de Aragón y Enrique VIII de Inglaterra. Vives fue un gran pedagogo que sentó las bases de la moderna Psicología con sus estudios sobre la atención. Fue contemporáneo de los Reyes Católicos. Un desarrollo político tan considerable como tuvo el Imperio Español debía plantear problemas jurídicos de importancia. De ahí que surgieran figuran notables en el campo del Derecho, como fueron el P. Vitoria, ya citado, que es el auténtico creador del Derecho Internacional.
Los malos tratos que recibieron los indígenas de América preocuparon a fray Bartolomé de las Casas, que protestó ante la Corona, mas a pesar de sus quejas y las disposiciones reales, los malos tratos continuaron en tal forma que motivaron la petición de importar negros del Africa a fin de librar a los indios de la dureza de los colonizadores. Este sacerdote domínico cruzó catorce veces el Atlántico llevado por el celo de que los indios viviesen y fuesen tratados como seres humanos. Se ha dicho si las denuncias de fray Bartolomé fueron exageradas, pero es lo cierto que entre las cédulas y disposiciones reales respecto al trato de los indios y la conducta de algunos gobernadores existía un abismo. El llamado hoy "problema social" preocupó en aquel tiempo a hombres como Ginés de Sepúlveda, Salgado Somoza y Saavedra Fajardo, éste, notable literato. El historiador más conocido y famoso del Siglo de Oro fue el P. Juan de Mariana (1537-1624), pero su Historia de España no es una obra de investigación erudita, cosa que el autor tampoco se propuso, sino un relato en el cual incluso inventa discursos o frases que imagina pudieron pronunciar los personajes famosos. En otra de sus obras, De rege et regis institutione, se pregunta si es lícito matar al tirano, y contesta afirmativamente coincidiendo con la atrevida tesis que también sustentaba el P. Vitoria.
Los historiadores fueron numerosos y entre ellos se debe mencionar a Florián de Ocampo y Jerónimo de Zurita, autor éste de los Anales de Aragón, que escribió en forma mucho más objetiva e imparcial que el P. Mariana. Francisco de Moncada narró las hazañas de los aragoneses y catalanes en Oriente basándose en testimonios y crónicas de la época. Diego Hurtado de Mendoza hizo lo mismo con la guerra de los moriscos de Granada, y Francisco Manuel de Melo historió la guerra de Cataluña. Saavedra Fajardo (1584-1648) fue un pensador más que un historiador. Vivió en tiempo de Felipe IV, y en sus Empresas políticas realiza un verdadero ensayo sobre las cualidades que ha de reunir un buen gobernante. Los que vivieron las grandes hazañas de la conquista de América dejaron buen número de tratados, como las Cartas de Relaciones, de Hernán Cortés, aunque son más interesantes las narraciones del soldado Bernal Díaz del Castillo, que acompañó al conquistador de México.
El inca Garcilaso escribió la Historia de la Florida; Antonio de Solís, La conquista de México; López de Gomara, Historia general de las Indias, etcétera. Tantos viajes y descubrimientos dieron un impulso extraordinario a la Geografía. El procedimiento o sistema de proyección llamado de Mercator fue ideado primeramente por un español: García Torreno. El primer mapamundi fue dibujado por el navegante y piloto Juan de la Cosa, el primer atlas por García Céspedes, los primeros intentos de medir longitudes se deben a Alonso de Santa Cruz, y fueron los españoles quienes intentaron abrir el canal de Panamá ya a raíz del descubrimiento del Pacífico. Durante estos dos siglos, XVI y XVII, el Atlántico fue surcado preferentemente por naves españolas, que fueron también las primeras en iniciar la ruta del Asia a partir de las costas americanas del Pacífico. Este auge cultural en todos sentidos fue preparado por las Universidades españolas, que en el siglo XVI tuvieron fama internacional.
Salamanca llegó a contar con unos 8.000 alumnos. No siempre la grey estudiantil estuvo a la altura de sus maestros, ni esta proliferación de hijos de señores o de nobles que se entregaron a los estudios lo hicieron con verdaderos deseos de contribuir a la cultura patria. Al lado de ellos surgió la figura del estudiante humilde, tenaz e inteligente, que lograba alcanzar un puesto notable, pero también el que dio origen a una parte muy considerable de la "picaresca" y que en El Buscón, de Quevedo, se retrata con una crudeza impresionante. El número de centros culturales que se fundaron en este período fue considerable. La Escuela de Náutica y de Cartografía dependiente de la Casa de Contratación de Sevilla, que a su vez entendía todo lo que se relacionaba con América, las Academias de Ciencias y Matemáticas, el Museo de Ciencias Naturales, el Jardín Botánico de Aranjuez, la Biblioteca de El Escorial, la Biblioteca Colombina de Sevilla, fundada por Fernando Colón, hijo del descubridor, el Archivo de Simancas, que actualmente conserva inapreciables documentos sobre la conquista y la colonización, etcétera.



8 comentarios:

  1. Antes de Wundt, la psicología era considerada como el estudio o ciencia del alma, a la cual asociaban a la consciencia y aquella facultad exclusiva del ser humano: la razón, el entendimiento. Por tanto, la psicología ligada a la filosofía. También se ha distinguido la psicología en 2 etapas, las cuales sin: “Precientífica”. Que se remota desde los estudios de los griegos hasta los mediados del siglo XIX. “Científica”. Se dice que la psicología es ciencia desde el año 1879, con la creación del primer laboratorio experimental de Wundt y de ahí en adelante aparecen escuelas y corrientes psicológicas. A partir del Renacimiento empieza el proceso de la independización de la Psicología con la Religión y la Filosofía. Además surgen las Ciencias Naturales Materialistas y los racionalistas; Además de esto en el renacimiento se inicia la desvalorización de la especulación metafísica y empieza a cobrar valor la observación como el método, por excelencia, para conocer la naturaleza. Uno de los autores relevantes son: Nicolás Copérnico lo aplica en astronomía. Por otra parte se considera al español Luis Vives (1492 – 1540), padre de la Psicología, donde acuña la palabra Psicología, concibió el dualismo “cuerpo mente”, considera al hombre como un organismo psicofisiológico, consideraban que el conocimiento de la vida mental tenía que basarse en la observación de los hechos y experiencias. Por otra parte el empírico John Locke basaba su metafísica en el mundo observable, no sólo en creaciones teóricas, si no en contraste con los racionalistas como Descartes, Leibniz y Spinoza, quienes pusieron gran énfasis en el uso de la razón para obtener conocimiento. Locke pensaba que nuestro conocimiento del mundo debería depender de nuestra experiencia diaria, la observación científica y el sentido común.
    De tal modo, el humanismo señala cómo el hombre se descubre a sí mismo mediante la reafirmación de su aspecto subjetivo y se convierte en individuo espiritual. Este autodescubrimiento del hombre señala Roa en su obra citada le produjo un deslumbramiento, que fue como si despertara de una catalepsia de siglos y todo amaneciera de nuevo para él. El gran aporte del Renacimiento fue el descubrimiento de la personalidad humana. En la Edad Media, las dos caras de la conciencia humana, la interna y la externa. El hombre se convirtió en un individuo espiritual (uomo singolare y uomo único) y se reconoció a sí mismo como tal.

    ResponderEliminar
  2. El renacimiento es la primera etapa del largo proceso de transición del feudalismo al capitalismo… El renacimiento fue la aurora del capitalismo. La vida de los hombres renacentistas y en consecuencia, el desarrollo del concepto renacentista del hombre, tenía sus raíces en el proceso mediante el cual los comienzos del capitalismo destruyeron las relaciones naturales entre el individuo y la comunidad, disolvieron los lazos naturales entre el individuo y su familia, su composición social y su lugar preestablecido en la sociedad, al tiempo que redondearon toda jerarquía y estabilidad, volviendo fluidas las relaciones sociales, la distribución de las clases y los estratos sociales, así como el asentamiento de los individuos en éstos (Heller, 1980, como se citó en Ovejero, 1999). Según Ovejero, ahí está el origen de la psicología y de la psicología social, que, no lo olvidemos, al menos tal como se ha desarrollado en occidente y como las conocemos actualmente, son algo propio del sistema capitalista; En el renacimiento, el sujeto individual adquiere auténticamente la carta de identidad, con lo que el individualismo comienza un proceso imparable de desarrollo con todas las implicaciones que ello tendrá, entre otras la aparición de la psicología y la psicología social.
    Teniendo en cuenta lo anterior dicho por Ovejero en 1999, podemos deducir que el renacimiento le da pie al hombre de ser nuevo, adquirir tanto nuevos pensamientos y por lo tanto nuevas conductas. Lo cual es de suma importancia para la psicología, puesta debe estudiar de nuevo nuevas formas de idealizar de los individuos, según entornos, culturas, etc…
    Además recordemos algunas otras cosas, como por ejemplo las características del renacimiento científico, el cual se inicia con el desmonte de las instituciones trascendentales como la fuente del conocimiento y poder supremo, lo que condujo a cambios y revoluciones también en los ámbitos, religiosos, jurídicos, epistemológicos y políticos, es decir que en el renacimiento, la psicología ya no se centra en los poderes ni políticos ni religiosos más bien empezamos a ver al individuo como una maquina humana, por lo tanto también el universo como una máquina, esto entonces, es una nueva explicación para la lógica y para la explicación del mundo físico en una descripción en términos matemáticos.
    Recordemos también que a lo largo de la historia la literatura siempre ha sido brecha para muchos caminos, y uno de los más importantes es el que le abre a la psicología en cada paso del tiempo y de los años, por lo tanto en el renacimiento aportó el hecho de cambiar la manera de describir al hombre, pues dejó atrás las descripciones clásicas, y ahora, creo humanos libres, y civilizados, personas con gusto y juicio, ciudadanos en definitiva, más que sacerdotes y monjes. También la costumbres del hombre renacentista cambian, ahora los individuos pueden dominar, entender la literatura y ver las artes con otros ojos (algo más subjetivo). Aparece por otra parte un concepto moderno de belleza y las proporciones del cuerpo, lo que se vuelve un estudio para la parte médica y más importante aún, la parte psicológica. Esto quiere decir que el hombre añade para sí mismo nuevas emociones y nuevas preocupaciones y por lo tanto la psicología necesitó nuevos métodos y/o modelos de estudio, por ejemplo el método deductivo (para encontrar la verdad hay que dudar de todo).
    Comentario por: Karen Andrea Lopez Forero
    Referencia: file:///C:/Users/Monp01/Downloads/Dialnet-LuisVives-2498273.pdf

    ResponderEliminar
  3. El desligamiento de la iglesia sobre el pensamiento, ese elemento que permitió conseguir cierta o incluso total libertad acerca de los conceptos que se tenían entonces, se determinó la posibilidad de cuestionar de estar en contra o a favor de cierto pensamiento, aquello que podría determinarse como debate, en términos simples el renacimiento abrió las puertas ante el pensamiento le permitió al ser humano poder cuestionar aquello de lo cual no estaba convencido, conocer mas sobre algo y plantear sus propias ideas, y al plasmarlas compartirlas con otros que daban pie para cuestionarlas o aceptarlas. en otras palabras aquella reestructuración que evitaba la imposición de las creencias y el pensamiento, y del cual partía cierto cuestionamiento sobre él porque y como del mundo permitió no solo desligarse de una dependencia a un dogmatismo completamente impuesto, sino que iniciar la creación del conocimiento desde un punto totalmente aparte de lo que anteriormente se conocía, no era cuestión de sobrescribir las bases y crear a partir de lo que otros habían concebido, sino que era crear nuevo conocimiento a partir de bases de creación propia, partir de un punto completamente nuevo independiente y que no estaba ligado a ser castigado o silenciado por ir en contra de un pensamiento más común, sino que se prestaba e incitaba el cuestionamiento, la puesta en duda y a partir de esta la refutación o aceptación de aquello que estuviera libre de cualquier duda, o incluso se podía concebir aquella noción de que en cierto modo, ya sea por los medios o por otras cuestiones no se podrían alcanzar ciertos puntos o elementos del conocimiento. Por parte de la psicología, se parte de ciertos elementos que ya no dependen de un ser supremo que rige el comportamiento según leyes exactas e increblantables, en el renacimiento, el hombre, el ser humano como ser único e individual es el punto central de estudio, es entonces cuando el pensamiento, sus habilidades, lo que puede hacer o no dependen de el mismo y de nadie más; es por esta razón que ya no se compara al hombre con un ser supremo, sino que el hombre solo se compara con sus iguales y se estudia a partir de lo que es como sujeto. A partir de este punto en términos de psicología, se tendría que replantear que aspectos motivan el comportamiento, que liga ciertas acciones con los objetivos y metas, y como dependen del individuo, se pierde la concepción del alma que pretende alcanzar la divinidad, y se ve al hombre como aquel organismo que vive para sí mismo y actúa para sí, tendiendo siempre ante motivaciones intrínsecas, dependientes del sujeto, o extrínsecas, aquel mundo externo que bombardea al ser humano con estímulos y frente a los cuales se genera una u otra respuesta diferente. El renacimiento científico en cuanto a la psicología se entiende como aquel punto en donde es únicamente el ser humano el centro de estudio, aquel del cual depende la tarea de comprender lo que lo rodea, o incluso aspectos de él mismo que desconoce.

    ResponderEliminar
  4. Discutir sobre el aporte que realiza el renacimiento a la psicología como disciplina científica, implica inicialmente comprender el contexto renacentista y filosófico; es así como el renacimiento se configura como el marco bajo el cual el hombre empieza de nuevo a constituirse si no como epicentro, al menos sí, traslapa la visión teocéntrica propia de la edad media, y se plantea entonces el problema del hombre en una dimensión que trasciende las diferentes disciplinas de la época (Venegas, 2004).
    De este modo, la psicología moderna, es una de esas disciplinas que se constituye científicamente en el marco renacentista, y he ahí el gran aporte del renacimiento a la psicología, ya que es desde aquí, donde empiezan a desligarse la filosofía y la psicología, y se postula entonces, el dualismo cartesiano como un elemento primordial en el estudio de lo psicológico, que si bien, en la actualidad se podría considerar como el lastre del renacimiento, es cierto también, que con filósofos como descartes, empieza a constituirse y a sentarse las bases de la psicología moderna.
    Lo anterior, no ensimisma el nacimiento de la modernidad, sin embargo, es en esta etapa transitiva cuando el fenómeno psicológico y el comportamiento humano deja de ser una propiedad exclusiva de la religión y las razones teológicas para conceptualizarse desde lo político, donde lo psicológico y la conducta pasan a ser también del dominio de lo fisiológico, del cuerpo en sí mismo sea como materia tangible o intangible, pero ya en el hecho material humano.
    Es de esta forma como desde el término mismo “renacimiento” se precisa ese retorno a las ideas de corte aristotélico sobre lo psicológico y es aquí donde se pautan con mayor fuerza las corrientes empiristas y racionalistas de la filosofía y que posteriormente se constituyen en el positivismo propio que buscaba la psicología en su proceso de constitución como científica.
    En resumen, el renacimiento se plantea como el momento histórico donde la psicología se configura científicamente y se desliga de las otras disciplinas para crear su propio discurso y su propio objeto de estudio de nuevo teniendo como centro la materialidad humana séase mecanicista o no la mirada bajo la cual se aborde. Es por ello, que se hace imprescindible re-leer y comprender en un proceso hermenéutico más que fenomenológico la base y fundamento histórico de lo que es actualmente la psicología.

    ResponderEliminar
  5. Visitar este blog sobre el renacimiento llamado el blog de la psicologia me hace ver otra perspectiva diferente en cuanto a mi carrera que es psicología me gusta que me muestra el origen humanista, también encontré características del renacimiento, obras del renacimiento me pareció muy curioso porque hay autores de obras realmente increíbles y que no tenía conocimiento sobre ello sin embargo lo comparo con la psicología del renacimiento lo cual es un movimiento espiritual de liberación como si el hombre hubiese superado una etapa difícil, violenta, oscura en muchos aspectos y de repente volviera a descubrir el sol, la luz los colores y la naturaleza. Fue un movimiento por el cual las artes, la cultura, las ciencias, las letras, la propia vida de los pueblos sufrió una sacudida de la belleza y de la verdad. Las causas que lo motivaron fueron múltiples, y diversos los factores que determinaron su aparición. Algunos de tipo realmente material, y oros de índole religiosa o filosofía. La riqueza fue la primera de las causas que le permitieron una espléndida floración de artistas y pensadores. Como nombre anteriormente se encuentras aristas de esta gran época uno de ellos es la creación de miguel ángel donde expone las ciudades, libres de la miseria y de la opresión feudal propia de la edad media, encontraron en el comercio una corriente vital que las renovó y encumbro. Las primeras que experimentaron los beneficios del movimiento renacentista fueron las grandes ciudades italianas, nacidas y enriquecidas por las corrientes mercantiles: Florencia, Venecia, Milán y roma. El dinero corría en abundancia en estas y otras villas que pronto se convirtieron en lujosísimas urbes, donde se levantaron hermosos palacios, en los que las damas lucían sus encantos y los artistas encontraron los más generosos mecenas de la historia. Los mercaderes eran poderosos señores y en muchas ocasiones los nobles no desdeñaban el patrocinio de costosas empresas comerciales que rendían grandes beneficios; sin embargo encontramos la ultima cena de Leonardo divinice la cual fue realizada en esta época a fines del siglo XV era posible realizar grandes negocios en la cuenca del mediterráneo, a pesar de los turcos. Pero el factor más importante que permitió la difusión de la cultura y el pensamiento fue la invención de la imprenta y el perfeccionamiento de la fábrica de papel, sin embargo también encontramos variedad de información la cual alimenta nuestro conocimiento acerca del renacimiento y la psicología, finalmente agradezco a lo que se vio esta página es algo muy productivo y enriquecedor

    ResponderEliminar
  6. Aunque aquí se nos presentan varias de las características propias de la época renacentista, considero pertinente mencionar otras dimensiones -como la religiosa, la jurídica y la epistemológica- que sufrieron una gran transformación con respecto al periodo medieval, y que influyeron, de igual forma, sobre la construcción de la psicología como ciencia del comportamiento. En primer lugar, la libre interpretación de las sagradas escrituras dada por la traducción de la biblia a las lenguas anglosajonas condujo a la reforma Protestante, que postuló la práctica de la fe al margen de la iglesia católica, dado que uno de sus principales supuestos expone que el creyente debe comprender el espíritu de la palabra de Dios a través de los libros sagrados y no de los mandatos de la Iglesia.
    La adopción de éste pensamiento crítico conllevó, consecuentemente, a la revolución en el campo jurídico debido a que la religión ya no era considerada como la única guía de la acción humana; por tanto, el hombre en sí empieza a ser la fuente última de sus propios derechos. De igual forma, la política se establece como un campo independiente, dejando de lado las consideraciones teológicas y morales en lo que respecta al ejercicio del gobernante.
    Por otro lado, las corrientes humanistas emergentes no sólo favorecieron el retorno del pensamiento clásico, sino que también visualizaron al mundo como un objeto de trabajo humano más que un acto de creación divina. Así, el hombre pasa a tener una posición fundamental en la construcción activa del conocimiento, el cual debe partir -según el Filósofo Francés René Descartes- de la duda.
    A partir de Descartes la filosofía se hará cada vez más psicológica, buscando conocer la mente a través de la introspección, hasta la aparición de la psicología como disciplina científica independiente, en el siglo XIX, basada en el estudio de la conciencia mediante el método introspectivo, propio de la primera generación de psicólogos experimentales.

    ResponderEliminar